En el terreno de la innovación es frecuente ver novedades en terrenos como el equipamiento o nuevas técnicas de extracción. Sin embargo, resulta poco común y por tanto extraordinario que aparezcan novedades en materia de genética del café. Yemen es el país donde se comenzó a cultivar y preparar café, es la cuna del café tal y como lo conocemos hoy en día. Tomando el nombre del país donde se ha encontrado recibimos a Yemenia.

Una diversidad genética augura un prometedor futuro en la agricultura cafetera de este país bicontinental. Los beneficios de este hallazgo se verán volcados en las familias caficultoras tradicionales del país, uno de los orígenes cafeteros más antiguo del mundo.

Faris Sheibani fundó Qima Coffee años atrás cuando vio el potencial económico que el café de especialidad podía aportar a su Yemen natal. Asociándose con el doctor Christophe Montagnon de RD2 Vision comenzaron a mapear la genética de las variedades que se han cultivado en este país durante siglos. Los investigadores encontraron un nuevo «grupo madre» nunca visto perteneciente a la variedad de café arábica.

En colaboración con Allicance for Coffee Excellence Qima organizó una cata a ciegas y los mejores cafés de este lote salieron a subasta al mundo. A pesar del coste que puede tener este café, lo que es destacable es el impacto positivo que un hallazgo así puede provocar en la población del país. Los sabores y notas de catas percibidos en estos cafés pueden ser comparados a los de un Gesha y esto es solo el comienzo de una variedad que ha venido para quedarse en el mercado.