Pocos ejemplos hay más claros que Australia para explicar el impacto positivo del café de especialidad sobre una cultura. De este país son muchos los baristas y tostadores que resultan ganadores de competiciones por todo el mundo. Por este motivo, hoy nos centramos su consumo y cómo se concibe esta bebida entre sus habitantes.
¿Cómo se origina este fenómeno?
La presencia del café en la sociedad australiana cuenta con un siglo de vida. La influencia griega e italiana debido a los movimientos migratorios sucedidos a mediados del siglo XX sentaron las bases del consumo de café actual. Griegos e italianos trasladaron a este país la cultura del espresso y los métodos de preparación europeos, por este motivo podemos encontrar muchas similitudes entre las cafeterías australianas y las del viejo continente. Su influencia fue consolidándose en mayor medida alrededor de las grandes ciudades, Melbourne es una de capitales del café en el país.
La cultura australiana
Una vez el café se introdujo en la sociedad, combinó a la perfección con las tendencias de consumo australianas basadas en una alimentación saludable y poco procesada. El café no es algo que consumir rápido antes de entrar al trabajo, tampoco es una forma de obtener energía. Para el australiano, tomar un café adquiere un carácter en cierto modo ritualistico: entrar a un establecimiento de especialidad, pedir un café de tu gusto al personal, compartirlo mientras conversas o realizas otras actividades es fundamental. También se desarrollan eventos como entrevistas de empleo o reuniones laborales. Bien es cierto que la opción «take away» también existe allí pero muchas cafeterías de especialidad están confeccionadas para que disfrutes de la experiencia de tomar un café de calidad.
Los negocios relacionados con el sector del café de especialidad suelen ser de un tamaño pequeño, tanto microtostadores, cafeterías de especialidad y pequeños negocios de venta minorista se pueden encontrar por todo el país.
Es notable el caso de la multinacional cafetera Starbucks en este país, en los años 2000 se expandió por todo el territorio australiano abriendo 86 establecimientos de los que en la actualidad han sido reducidos a 25. En Australia el consumo de esta bebida crece exponencialmente, se estima que un 46% de la población consume café (según datos de 2021).
Una situación perfecta
Este país cuenta con un modelo de consumo que permite a los profesionales del café desarrollar muchas áreas. El hecho de que muchos de los baristas más innovadores y afamados se encuentren en este país no es casualidad. El consumo de café de especialidad proporciona un escenario perfecto para el desarrollo de nuevos métodos de tueste, preparación y extracción de los granos de especialidad. Esto es algo totalmente beneficioso que construye aún más un sector que cada día cuenta con nuevos consumidores puesto que es posible invertir en I+D y en la formación de profesionales muy cualificados.
Esperamos ver cómo otros mercados de café de especialidad siguen los pasos del australiano para potenciar este sector y seguir desarrollando la forma más saludable, ética y equilibrada de consumir café.