El café instantáneo es un producto básico en multitud de hogares. Los lineales de lo supermercados estan repletos de diversas marcas y tipos de cafés solubles distintos. Muy fácil de preparar únicamente debes echar el café en un recipiente, mezclarlo con aquello que más desees y listo. Fuera de todas estas comodidades, en la mayoría de situaciones los cafés solubles comerciales tendrán las mismas cualidades que los cafés en grano y molidos de los supermercados, de los que ya hemos hablado previamente. Granos de menor calidad y distintas variedades que se tuestan a una gran temperatura para conseguir un sabor homogéneo. Además de esto, el café soluble es sometido a un procedimiento que cristaliza la bebida y de esta forma permite que se extraiga el agua de ella para ser soluble.
¿Cómo se hace ?
El principal objetivo para obtener el café soluble es la eliminación del agua, resultando así en cristales de café. El proceso de producción del café soluble o instantáneo comienza como la preparación de cualquier otro tipo de café, infusionando los granos tostados. Una vez tenemos un café digamos que «convencional» se puede procesar esta bebida siguiendo dos métodos:
Deshidratación por aspersión: Para este método, la bebida se pulverizará hacia una corriente de aire a una muy elevada temperatura. De esta forma el agua se evaporará y los cristales de café deshidratados caerán al fondo.
Liofilización: En primer lugar, el café líquido se reduce hasta que se obtiene un concentrado de café, tratando de reducir el máximo nivel de agua. Después de esto, este concentrado se somete a bajas temperaturas (sobre los -5ºC) congelando este concentrado y haciendo una suerte de «cubitos de hielo» con ellos. Este producto en frio se vuelve a enfriar a una temperatura mucho más baja, de los -5ºC se enfría hasta los -40ºC. Una vez este producto alcanza esta temperatura se rompe y todo el hielo restante es aspirado para así dar únicamente con el café.
El producto.
Este café cuenta con un precio económico y es muy fácil y rápido de preparar. Estos factores pueden ser determinantes para aquellas personas que no aprecien el café más allá de una bebida para empezar el día. En lo relativo a su contenido en cafeína, es menor que aquellos convencionales debido a los procesos a los que se somete. Este producto no es para apreciar la calidad de los granos de donde proviene, de hecho se ha sometido a procesos tan agresivos que su sabor se ha visto alterado, por eso mismo sabemos diferenciar tan rápido el sabor de un café soluble a uno de otro tipo.