La cafeína es una sustancia amarga que se encuentra presente en los granos de café así como en otros alimentos como por ejemplo, té y el cacao. De sabor amargo para muchos consumidores de café es la razón por la que consumen este producto. Debido a sus propiedades en el metabolismo, esta sustancia puede afectar a nuestro organismo de las siguientes formas:

  • Estimula el sistema nervioso central, por lo que quien consuma cafeína puede sentirse energizado y vital.
  • Tiene propiedades diuréticas lo que ayuda al organismo a desahacerse el agua y las sales extras mediante la orina.
  • Esta aceleración del metabolismo contribuye a la quema de grasa.
  • Aumenta la liberación de ácidos en el estómago lo que puede producir malestar y acidez estomacal.
  • Aumenta la presión arterial.

Como hemos visto la presencia de cafeína tiene sus beneficios a su vez que sus contraindicaciones para el cuerpo. Por este motivo se han dado con técnicas para extraer la cafeína de los granos de café sin que ningún aspecto como el sabor o el cuerpo en taza, por ejemplo, se vean afectados. El proceso se conoce como descafeinización. En la actualidad, se puede extraer le cafeína del grano mediante 4 ténicas diferentes: con agua, con acetato de etilo, con dióxido de carbono supercrítico o dióxido de carbono líquido y con cloruro de metileno.
Estos cuatro métodos siguen las siguientes líneas generales que se basan en hinchar el grano de café para extraer la cafeína mediante agua o vapor, quitar todos los residuos de disolventes utilizando el vapor, secar el grano para que pueda recuperar sus niveles originales de humedad y conseguir que la cafeína se traspase desde el interior hasta el disolvente que la rodea del exterior.

Método con agua: Los granos de café verde se sumergen en agua para disolver y quitar el contenido de cafeína. Este proceso puede llevarse consigo otras propiedades, sobre todo aromáticas, del café. Por lo tanto, para evitar esta situación se satura el agua con los componentes solubles en agua del café. Finalmente se quita la cafeína del agua mediante el carbon activo u otros componentes capaces de absorber la cafeína.

Método de acetato de etilo: A pesar de contar con un nombre extraño, si no cuentas con formación en química, el acetato de etilo se encuentra presente en muchas frutas y es utilizado para confitería y perfumería. El acetato también se encuentra presente en el café verde y tostado. Para la descafeinización con este método, se sumergen los granos en una combinación de agua y acetato de etilo. Para extraer la cafeína se hace circular el acetato alrededor de los granos de café sumergidos, después se retira el agua empleada. Este procedimiento se repetirá las veces que sean necesarias hasta dar con un índice de cafeína residual en grano de menos de 0,1%.

Método de C02 supercrítico o CO2 líquido: El C02 está presente en el aire que respiramos y en el agua, entre otros lugares. Esta sustancia, en unas condiciones controladas y determinadas puede ayudar a la extracción de la cafeína sin alterar las otras propiedades con las que cuenta el café. Para utilizar el CO2 en su estado supercrítico, un término medio entre el estado gaseoso y el líquido) se necesita una presión muy alta de 250 atmósferas. Se trata de un proceso muy caro por lo que precisa de una alta producción para que resulte rentable.

Método cloruro de metileno: Este compuesto extrae la cafeína de forma selectiva y cuenta con un punto de ebullición muy bajo. Para descafeinizar los granos, es necesario sumergir los granos en agua y poner en circulación cloruro de metileno. Es proceso se repite diversas veces hasta dar con una cantidad inferior al 0,1% de cafeína residual.

¿Qué hacer con la cafeína que se extrae?

Una vez la cafeína se ha extraído del grano, esta se purifica y se modifica según las necesidades. Por lo general, la industria farmacéutica se beneficia de esta cafeína residual.