Hoy ponemos nuestra atención en una de las principales fenómenos que comprometen las cosechas de los cafetos, la aparición de la broca. Esta plaga causa daños en cafetales de más de 70 países cada año y hoy en día es una de las principales amenazas del sector. En este artículo explicaremos un poco cómo son estos insectos, las características por las que aparecen y los daños causados a los cafetos. Vamos allá.
Hypothenemus hampei
Hypothenemus hampei es una especie de escarabajo (coleóptero) herbívoro de color negro y pequeño tramaño (los adultos miden entre 0,7 a 2,2 mm de largo y de 0,2 a 0,6 mm. de diámetro). Su ciclo de vida es de aproximadamente 40 días para los machos y 190 aproximadamente para las hembras. Un cafeto es capaz de albergar más de tres generaciones y, en ocasiones aisladas, hasta ocho generaciones en la misma planta.
Las condiciones más propicias para la invasión por broca son las zonas más húmedas y sombreadas, también las que cuentan con maleza a su alrededor.
Ataque y daños
La planta a la que la Hypothenemus hampei ataca es la de Coffea arabica principalmente, aunque también se ha encontrado presencia de estos insectos en otras especies de este género. Las hembras de broca invaden los cafetos en el periodo entre las ocho semanas tras la floración hasta las 32 semanas (cuando se realiza la cosecha). Los insectos de Hypothenemus hampei prefieren atacar frutos maduros (drupas en lenguaje botánico) cuando es posible. Tras acceder dentro del fruto, las hembras construyen una suerte de galerías donde colocarán los huevos en el endosperma del fruto.
El alojamiento de esta especie dentro de cada cereza provoca su pérdida pues la cereza invadida pasa a ser una «incubadora» para los huevos de los insectos. Se calcula que la presencia de broca en los cafetales afecta directamente a la economía de unas 20 millones de familias caficultoras alrededor del mundo.
La presencia de esta plaga abarca todo el cinturón del café. Mediante el transporte de semillas contaminadas con broca se ha ido expandiendo paulatinamente por cultivos alrededor del mundo. Su procedencia se origina en Angola y comenzó a esparcirse por el resto de África en la década de 1920. Pocos años después comenzaría a moverse por América Latina por los motivos antes citados.
Control de la plaga
Tomar medidas para evitar la propagación de esta plaga en un cafetal resulta complicado. Sobre todo tras la recolección de los frutos, por lo tanto de deben implementar las acciones correspondientes desde el momento de la siembra. La prevención es clave ya que hay condiciones que están fuera del control del caficultor como son el clima, los patrones de floración o los procesos migratorios del propio insecto. A pesar de esto, existen algunas formas de defenderse de la invasión del Hypothenemus hampei.
Control preventivo: Consiste en la inspección detallada y rigurosa de todas las entradas y salidas de frutos contaminados con la intención de paliar un posible brote en la finca.
Uso de variedades resistentes: Hemos hablado en el pasado de variedades híbridas creadas por el ser humano. El uso tanto de variedades naturalmente resistentes como híbridos adaptados puede reducir la presencia de este insecto significativamente.
Control químico: Estos resultan útiles en el momento en el que la hembra de broca entra en el endospermo, después sus efectos van minimizándose a medida que se desarrolla la infección. El uso de estos agentes químicos es la opción menos recomendaba pues pueden causar problemas para la salud en los consumidores y el medio ambiente. Por lo general, el uso de insecticidas en el cultivo de café de especialidad es irrisorio aunque sigue siendo una opción cuando las condiciones son muy adversas.
Control biológico: Se encuentran especímenes que suponen depredadores para la broca, algunas avispas, hormigas y hongos pueden ayudar a controlar la expansión de la broca. Si bien es cierto que el impacto sobre la plaga es mucho menor, no hay que dar la espalda a un método de control natural.
Trampeo: Las feromonas emitidas por los adultos de la broca y las cairomonas emitidas por los cafetos pueden resultar útiles para atraer a estos insectos. Los frutos maduros del cafeto generan grandes cantidades de alcoholes, por lo tanto utilizar estas sustancias para capturar estos insectos puede ser de utilidad. Este método puede también atraer especímenes de insectos que no son nocivos para el cafeto causando un daño en el ecosistema. A día de hoy este método sigue bajo estudio.