A estas alturas ya nadie se cree la frase de «con la comida no se juega». Gracias a paladares atrevidos hemos descubierto grandes combinaciones culinarias que hoy en día nunca faltan en la mesa de ningún restaurante ni casa. Crema de cacao con aguacate, dátiles con bacon y hamburguesas con mantequilla de cacahuete son ejemplos de combinaciones no son apetecibles de primera mano, pero que una vez las pruebas, algo cambia en tu panorama sensorial. Hoy os traemos una combinación con café que está causando un gran revuelo.
Café con queso
Esto es así. Se trata de un queso de leche de cabra semicurado con café en su corteza. En el último periodo de maduración es cuando se impregna el queso con aceite de café y lavanda para hacerlo partícipe de un sabor y aroma únicos. Por lo general, este queso cuenta con una textura firme y cremosa y la corteza es comestible.
El queso es el lienzo perfecto para combinar con muchísimos alimentos, seguramente se te ocurran bastantes ejemplos fuera de los clásicos maridajes con vino y acompañamientos con confituras. Al igual que sucede con el café, el queso se encuentra presente en casi todas las culturas alrededor del mundo y se presenta de un sinfín de formas.
Algunos maridajes de queso y café
Es recomendable que si quieres maridar queso con café tengas en cuenta que los quesos con sabores muy fuertes como los Roquefort, Stilton o Cabrales no son recomendables para combinar. El sabor del queso no debe ser más intenso que el café que tomes para asegurar el éxito. Los cafés con sabores frutales y a frutos secos son de los más recomendables por lo que aconsejamos algún café de especialidad de orígenes situados en Asia-Pacífico u África.
- Cafés de tueste oscuro y baja acidez acidez: Para estos perfiles recomendamos quesos como el Emmental o Raclette. Se tratan de quesos más grasos y con menos maduración y, por lo tanto, un sabor menos acentuado.
- Cafés de tueste más claro y una acidez mayor: Los quesos curados como el manchego y el parmesano son idóneos, recomendamos un café filtrado con estos quesos. Además de estos, los quesos ahumados asturianos también dan un buen resultado.
Es cuestión de encontrar un equilibrio entre los sabores. El queso y el café comparten muchos perfiles de sabor y es por eso que son tan compatibles. Experimentar con diferentes combinaciones es una buena idea para sorprender a tus familiares y amigos.
El rey del castillo y una tradición extraña
El tiramisú lleva siendo un postre estrella durante siglos. Y es que esta especialidad creada en la región del Véneto en los años 50 se dio a conocer por todo el mundo con un éxito demoledor. Se realiza con queso Mascarpone y se suele utilizar café extraído con una moka italiana que se impregna entre las capas de bizcocho. ¡Nosotros nunca nos resistimos a un tiramisú!
En los países nórdicos existe una tradición conocida como Kaffeost y esta consiste en ofrecer a las visitas una taza de café con pedazos de queso en su interior. El queso está hecho de leche de reno o cabra y es símbolo de bienvenida en muchos países del norte de Europa. A pesar del rechazo que nos pueda suscitar es una tradición que se basa en reconfortar al invitado dentro de un clima caracterizado por las bajas temperaturas. En cierto modo, cuando ofrecemos un café a alguien en nuestras casas buscamos que se sientan reconfortados y disfrutar juntos de una bebida junto con una conversación.