En los últimos años se ha popularizado de nuevo una receta perfecta para las épocas calurosas del año. Como hemos mencionado, este método se ha vuelto a hacer popular ya que se lleva preparando en Japón desde los años 60 pero recientemente ha dado el salto al resto del mundo. Se trata del «flash brew», el café con hielo de estilo japonés. En el artículo de hoy vamos a intentar explicar esas pequeñas diferencias que lo separan del cold brew, método con el que comparte bastantes similitudes.
¿En qué se basa un flash brew?
El flash brew se trata de un método de preparación destinado a su consumo frío. Sin embargo, es necesario emplear agua caliente en la extracción del café. Para ello necesitaremos emplear una cafetera de filtro por goteo como por ejemplo una V60 o una Kalita Wave.
Puede parecer algo simple pero para hacer un flash brew brillante es necesario tener en cuenta algunos detalles. Por ejemplo, el hielo no puede suponer más del 40% del peso de la bebida. Utilizar cafés con mayor acidez es recomendable. En este tipo de preparación hay que tener en cuenta que se utiliza menos agua para realizar la extracción ya que parte de ella se incluirá después con el hielo.
Algunas diferencias con el cold brew
Una de las principales diferencias es el tiempo de preparación, el flash brew recibe esta denominación porque precisa de mucho menos tiempo de preparación que el cold brew. Estamos hablando de una cuestión de minutos frente a un intervalo entre las 12 y las 24 horas que precisa un cold brew para su preparación ya que en el cold brew se emplea la inmersión.
En cuanto al perfil de sabor, café flash brew generalmente produce un sabor más brillante y agudo, mientras que el cold brew produce un sabor más suave y más completo. Esto se debe a la forma en que se extraen los sabores del café durante el proceso de preparación.
Si nos fijamos en la acidez de la taza, el café flash brew generalmente tiene un nivel de acidez más alto que el cold brew. Esto se debe al uso de agua caliente durante el proceso de preparación. Si prefieres un café con un nivel de acidez más bajo, el cold brew podría ser la mejor opción para ti.
Todo está en tus manos
En general, ambos métodos tienen sus pros y contras, y la elección entre el café flash brew y el cold brew depende de tus preferencias personales. Si prefieres un sabor más brillante y una taza de café en poco tiempo, el café flash brew es la mejor opción. Si prefieres un sabor más suave y un nivel de acidez más bajo, el cold brew podría ser la mejor opción para ti.
Además, debes tener en cuenta que ambos métodos se pueden ajustar para obtener diferentes perfiles de sabor. Por ejemplo, puedes ajustar la cantidad de café o el tiempo de remojo en el cold brew para obtener un sabor más fuerte o más suave. De igual manera, puedes ajustar la cantidad de agua o la temperatura del agua en el café flash brew para obtener diferentes perfiles de sabor.
La premisa básica frente a estos métodos y al resto que conforman la disciplina del brewing en el café de especialidad es la experimentación. Existen unas bases escritas en las que puedes basarte pero siempre será buena idea que encuentres tu gusto personal experimentando con las variables.