Ruanda, es un territorio sin acceso al litoral, conocido como el «país de las mil colinas». En el artículo de hoy vamos a hablar de un caso claro del impacto de la caficultura dos terrenos tan bastos como son la economía y sociedad de un país.
Este pequeño país del este de África, ha sido durante mucho tiempo conocido por su historia de genocidio y violencia. Pero en la actualidad hay una historia diferente en Ruanda, una que se está escribiendo con cada grano de café que se cultiva allí. El café ha llegado a ser un recurso crítico para el país y su gente, y su importancia solo parece estar creciendo.
Algunas características del café Ruandés.
En este país se encuentran muchos factores que propician el cultivo de granos de café de gran calidad. En los territorios del sur y el oeste, podemos encontrar una orografía montañosa con suelos volcánicos. Su posición en el planeta, justo al sur del ecuador y sus grandes altitudes, entre los 1.500 y 2.500 metros sobre el nivel del mar propician granos de alta calidad, conocidos por su sabor suave y afrutado. Su café de especialidad se ha convertido en un componente clave de la economía de Ruanda. Como curiosidad, la variedad dominante que se cultiva en este país es Bourbon, suponiendo el 95% de la producción de café en el país.
Una producción local
El café representa una gran parte de las exportaciones de Ruanda, y es responsable de la creación de empleo y oportunidades económicas para los agricultores locales. De hecho, más del 90% de los granos de café cultivados en Ruanda se cultivan en pequeñas explotaciones agrícolas, que son propiedad de campesinos. Estos agricultores no solo cultivan el café, sino que también lo procesan y lo venden, lo que les proporciona un flujo de ingresos constante.
Pero el café de Ruanda no solo es importante desde una perspectiva económica, también tiene un impacto social significativo en el país. Durante el genocidio de 1994, gran parte de la infraestructura del país fue destruida y muchas personas perdieron sus hogares y sus medios de vida. Desde entonces, el gobierno ha trabajado duro para reconstruir el país y proporcionar oportunidades económicas a sus habitantes.
Además, programas de agricultura sostenible implantados en cooperativas y pequeños productores han sido fundamentales. Los agricultores locales han aprendido a cultivar el café de manera más eficiente y sostenible, lo que ha aumentado su calidad y reducido el impacto ambiental. Los agricultores también han aprendido a trabajar juntos para compartir recursos y conocimientos, lo que ha mejorado la calidad del café y ha aumentado el valor de sus productos.
Una sociedad próspera y más saludable
La repercusión del cultivo de cafetos en el país también ha supuesto mejoras en terrenos como la igualdad de género en Ruanda. Muchas mujeres en el país han asumido roles más importantes en la producción de café, lo que les ha permitido obtener ingresos a los que antes no podían acceder. El gobierno de Ruanda ha implementado políticas para apoyar a las mujeres en la producción de café, y ha trabajado para garantizar que las estas tengan acceso a los mismos recursos y oportunidades que los hombres. Según el documento Hoja informativa sobre género en África Oriental de USAID (agencia estadounidense para el desarrollo internacional), el porcentaje de mujeres que trabajan en agricultura y sector primario es del 71%
Y por último pero no menos importante, el consumo de café por parte de la población ruandesa ha repercutido beneficiosamente en materia de salud. Como hemos mencionado en artículos anteriores, el café es una bebida llena de antioxidantes con propiedades frente a posibles problemas de corazón.
En conclusión, el café ha sido fundamental para el desarrollo y la reconstrucción de Ruanda. Desde la creación de empleo y oportunidades económicas para los agricultores locales, hasta el impacto positivo en la igualdad de género y la salud. Además, el café de especialidad de Ruanda se está convirtiendo en un producto muy valorado en todo el mundo, lo que ha ayudado a aumentar el perfil del país en el mercado global.
Sin duda, el café ha desempeñado un papel crítico en el desarrollo sostenible de Ruanda, y su importancia sólo parece estar creciendo.